Yulia Dibrovska Chorna
La constante
La impermanencia es una constante en todo el universo. Desde las partículas más diminutas, hasta las galaxias más grandes, todo cambia, evoluciona, fluye.
El cambio y el desarrollo continuo es una constante en todo lo que nos rodea. Nosotros tampoco somos estáticos. Cambiamos a cada instante. Las células se multiplican, envejecen, mueren. Miles de procesos ocurren a cada instante sin que seamos conscientes de ello.
Nuestro cuerpo no es lo único que vive, cambia y evoluciona. También lo hace nuestro ser, nuestro yo interior.
Afrontamos cada día como la continuación del anterior. Sumisos en nuestra rutina y quehaceres. El ritmo frenético del mundo actual no nos deja casi ni dormir ni desconectar, mucho menos reflexionar y hacer un viaje de introspección hacia nuestras profundidades como persona y personalidad.
¿Hace cuánto no te preguntas quién y cómo eres en realidad? ¿Hace cuánto no te planteas si donde estás te está haciendo feliz? ¿Aún eliges el trabajo en el que estás o sientes que se te ha quedado pequeño? ¿Sigues teniendo verdadera conexión con las personas de las que te rodeas o lo haces por costumbre y compromiso?
El despertar
Podemos estar mucho tiempo desconectados de nuestro ser. Vivir por inercia, levantarnos todas las mañanas como robots con una lista de tareas que completar. Infelices, incompletos, desganados, sin un rumbo claro.
Si te sientes así ha llegado la hora del despertar y de tomar consciencia de quién eres. No de quién fuiste, sino de quién eres AHORA.
¿Cómo empezar a descubrir hacia dónde te lleva tu evolución?
- Escucha tu interior
Hemos aprendido a escuchar toda clase de “ruido” externo, pero no sabemos parar a escucharnos a nosotros mismos. Si quieres redescubrirte, primero tendrás que buscar el silencio para que nada te distraiga de tu propósito.
Pregúntate qué te hace feliz hoy en día. Qué actividades, momentos, lugares y personas son las que te llenan.
¿Qué valores son los más importantes para ti ahora y cuáles han pasado a un segundo plano? ¿Qué aspectos de tu vida te incomodan y sientes que quieres evitar con todo tu ser?
- Mindfulness
Silenciar las voces y los pensamientos no es tarea fácil y la práctica de mindfulness y meditaciones de conciencia plena te pueden ayudar a conectar con las partes más profundas de tu yo.
Observa qué pensamientos son recurrentes, cómo te hacen sentir. ¿Hay algo que no sea coherente con tus sensaciones emocionales o físicas? ¿Algo nuevo que antes no estaba ahí?
- Sal de tu caparazón
Por comodidad, cualquier lugar o actividad conocida nos inspira mucha más confianza que atreverse a experimentar algo nuevo. Cuando tu vieja versión de ti ya no parece pertenecer en el presente, es hora de salir de la zona de confort y visitar nuevos espacios, conocer a nuevas personas afines a tu yo actual, vivir experiencias distintas.
No hay ningún compromiso salvo sentir la emoción y la felicidad de nuevo. Si sientes que algo no va contigo, déjalo atrás y prueba otras cosas.
- Intuición
No se trata de ninguna voz mágica que te guíe, esa voz eres tú. La intuición no es otra cosa que nuestro cerebro analizando diferentes experiencias pasadas y nuestras emociones presentes para ayudarte a tomar mejores decisiones. Si te lleva hacia un camino nuevo, escúchate y confía en esa voz interior.
- Soltar
Darse cuenta de que has cambiado puede ser una experiencia desagradable. Nos resistimos siempre a los cambios y dedicamos mucho esfuerzo en mantener las cosas “como siempre”, estables. Aprender a soltar debe formar parte de nuestro aprendizaje de vida. Como las serpientes que mudan la piel para renovarse, nos toca hacer lo mismo con nuestro entorno, actividades, personas.
Alejarse de las personas que ya no nos hacen felices, que drenan nuestra energía y se alimentan de nuestro bienestar, no es tarea fácil. Ten paciencia contigo, ofrécete comprensión y cariño para llevar este proceso lo mejor posible.
Tu evolución no es un viaje solitario
Aunque sientas frustración y soledad, hay muchas personas en tu mismo lugar, deseando compartir y ayudar con su experiencia. Todos evolucionamos y nos desarrollamos como personas y seres sintientes. No tienes por qué recorrer ese viaje en solitario.
Habla sobre cómo te sientes con tus personas de confianza y sé paciente si al principio les cuesta ver hacia dónde vas.
Si no encuentras un entorno propicio, busca la ayuda de un terapeuta que te guíe y acompañe en tu momento actual. Te ayudará a tener más claridad, a confiar más en tus propias capacidades y a ver con positividad el futuro que estás construyendo.
Recuerda rodearte de personas que te apoyen en tu evolución y no traten de hacerte sentir culpable o arrastrarte hacia aquello que estás dejando atrás.
El viaje solo acaba de empezar y tu camino es la unión de todas tus decisiones.